Uno cualquiera:
Un día me di cuenta que no sólo el mundo había cambiado,
yo también había dejado mis antiguas formas, había mutado...
Y las rosas parecían más rojas, el aire más respirable,
no es el primer momento en que retomo lo saludable.
Así como viví en tiempo pasado,
hoy me percato que es mejor haber luchado...
Sí, nunca he obtenido nada fácil, ni quiero hacerlo,
me divierte no saber a donde me lleva el viento.
Por supuesto, creí que las cosas me pertenecían,
hasta que llegó alguien, y, me las arrebató...
Pero, no me molesta, me pasó por ingenuo,
sin embargo, eso me ha despertado.
Le doy gracias a los que no me dejan dormir,
a los ladrones de sueños, a veces son muy vacíos...
Mas, otras tantas, merecían la pena vivirlos,
de todos modos el regalo es lo aprendido.
En las mañanas los turpiales cantan,
se turnan con las paraulatas...
Yo que oigo asombrado la maravilla de la madre tierra,
me pregunto: ¿Por qué se nos olvida lo simple?
Y amamos lo complejo, saboreamos lo complicado,
nos emociona una aventura, correr por los campos...
No tomar previsiones, pedir prestado,
vaciar nuestros ahorros, y gozar endeudados.
Aún percibo que no me diste mi recibo,
¿se te agotó el talonario? ¿Me tomaste por incauto?
Las flores no dan aroma si no son regadas...
Ninguna diosa pretende a uno cualquiera.
¡Claro que sigo soñando! De eso se trata existir,
si nos dieron intelecto, para algo ha de servir...
La cabeza no es sólo para colocarle un sombrero,
quizás, el asunto es elegirlo, y no uno cualquiera.
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