Paradoja existencial

el decidir que hacer es bajo del imperio del control óptimo sobre el propósito como obra persona que suscita su realidad, entender en que meollo se inmiscuye involucra mucho más que sólo tomar ventaja de los talentos innatos que tenga, estudiar una vicisitud requiere asumir la condición de escrutador de que inquirir sobre sí, sino respecto aquello que intenta traducir en su mente como eficiente, bueno, valioso, preciso, justo, pertinente, ideal para vivir, una rebeldía al incesante suceso de interrogación sobre cuanto es propio, indecente, constante, voluble, tendencioso, temerario; irrumpe ruptura de lo normal por causa de debacle emergente, sufragar como voto particular rasgo que patente quien soy, como ejerce contacto la ocurrencia con lo ficticio, optar en panorama por alternativa que marca hacia dónde proporcionar todo esfuerzo en aras de velar por brega tan inclemente como dichosa que afectó cada parte del ensamble muy bien tejido para urdir arraigo en las raices ideológicas del especimen, saber como denotar deducción, expresar tenor significativo en circunstancia, revisar el objeto del detalle que acelera la carga emotiva pues discurre giro en esencia del brollo, sólo ejecutar el juicio en razón de privilegio para activar afán, nunca tramitar en despacho algo anomalo, raro, ridiculo, indicar de pregunta cuanto intuye cerebro conciente que debo efectuar así porqué habrá de considerarse integro proyecto del fenómeno para contestar caso cuya referencia plasma magnitud del hecho conque articulo remedio en arreglo al compás de tiempo, en acción elemental que base su fundamento teórico adquirido por aprendizaje, tras enseñanza cognitiva en acerbo, disfrute actitud de conocimiento exacto de buscado efecto.