Escribir

¡A escribir! Es que vi como me causa placer,
al discernir entre bien...
no ser y mal parecer,
logré entender,
que el transcurrir de instantes,
nos sirve para comprender:
símbolos, imagenes...
morfemas, letras,
fonemas, teorías sin precedentes,
permitanme equilibrarles,
mi talante de indecente.

Escribir es un arte,
de obrar la facultad más interesante,
pedagógico o mercante,
lo histórico que contiene,
talento requiere,
para cosecharle,
de estética abundante...
verso que en prosa rimé,
y así darle vuelta al volante,
en teclado o lapices.

Escribir no se da por doquier,
ni siquiera al intentarle,
ni tampoco como quieres...
cuando al trazo buscaste,
recomiendo se exprese,
adorando su lenguaje,
de por sí inherente,
al material circundante,
cuando ideas representes...
alístate para comunicarte.

Escribir es desorden también,
falta por recordarte,
lleves cuentas de recien,
o va lo de enrredarse,
tras varios mensajes...
últimas líneas serán disparate,
primeras estrofas sin tilde,
habrás de corregirles,
abra su mente así después...
que denote desde donde comencé.

Escribir es concomitante...
al acervo cultural que ostente,
a la margen de cada dedo éste agente,
de presupuesto carente,
con necesidades ingentes,
por eso que se admite:
como ser inteligente,
surgir por la pendiente,
que en su vida encuentre,
así los recursos sean insuficientes.

Escribir: va la palabra que vale,
por justicia se obtiene,
luego de liberarse...
o de las erradas actitudes,
u los vicios que ocultaste,
e las pesadas inquietudes,
y el engaño de tu fraude,
he de mi fin acabarle...
bajo circunstancias iguales,
a las en tus manos tuviste.

Escribir al término no es triste,
tampoco agobiante,
es mejor que internarse,
entre cuentos estresantes,
depara enteramente un silente,
escándalo que dañe,
la ausencia de sones,
el imperio de la mudez,
de texto la desnudez...
cuando se opone al saber.