sábado, 16 de octubre de 2010

Perro

Erase contado un misterio,
Hace largo tiempo ya, ve horroroso,
Clamaban en el infierno…
No había paso al purgatorio,
Donde moran concupiscentes mozos,
Cae invierno de trozo en poco,
Abundan en ese averno,
Bichos, monstruos, malignos, perversos,
También raros y furibundos falsos…
Cuán lobos hambrientos todos pérfidos,
Sin embargo, fue historia éste perro,
Chancroso, canceroso, infiel como pocos,
No como los otros, tan incierto en su juego,
Vacilaba el hielo hecho fuegos,
Echo al ruedo mis lamentos,
Por su conducir siniestro,
¡Un hecho! Sin modales y traidor.


¡Perro! Mi perro es muy sonso,
Tonto, triste, limpio sus polvos,
¡Perro! Mece su cola modoso,
Pendejo, bobo, bruto alboroto…
¡Perro! Mío fue no de otro,
Mito sería si algo le aporto,
¡Perro! Me espero por darle coco,
Sé, desesperó por el orto.


Un gallo comido por ese perro,
Rabioso, furioso, hostil y macabro,
Con tripas entre labios,
Y por hocico ensangrentados colgajos,
¡Échale candela! Se oyó grito espantoso,
Canino tan odioso como gusano en jojoto,
Ladró al ladrón por su miembro…
Pedazo de buitre disfrazado,
Sólo porque le tiraba a los dados,
Aquellos con los que cuento,
Me tomarían por descuidado,
Si dejaré su ingreso, no le tenga confinado,
Negaré su regreso al cielo más acabado.

¡Perro! Mi perro es muy sonso,
Tonto, triste, limpio sus polvos,
¡Perro! Mece su cola modoso,
Pendejo, bobo, bruto alboroto…
¡Perro! Mío fue no de otro,
Mito sería si algo le aporto,
¡Perro! Me espero por darle coco,
Sé, desesperó por el orto.

Congelo los cimientos, y en vano desahuciado,
Moriría en el intento de erigir éste aposento,
Lugar consagrado que el perro en su estruendo,
Lo hace semejar a un sitio de enfrentamientos,
Despacio voy buscando su espacio,
Y eso que no me lo ha presentado,
Lo conozco por ser perro desubicado,
No me importó si es muy fiero,
¡Bravo! Le quedó su exceso,
Caminando entre huesos, restos,
Alimentando sus ritos malsanos,
Hurtando panes rancios,
Culminando por caminos arcaicos.

¡Perro! Mi perro es muy sonso,
Tonto, triste, limpio sus polvos,
¡Perro! Mece su cola modoso,
Pendejo, bobo, bruto alboroto…
¡Perro! Mío fue no de otro,
Mito sería si algo le aporto,
¡Perro! Me espero por darle coco,
Sé, desesperó por el orto.

De verdad, fue un perro embustero,
Necio hasta el desparpajo,
Ha sido siempre carnes y pliegos,
Demanda ser olvidado,
Que haya nacido reniego,
Sostengo como he gozado.
Cuando le supe arrimado,
En el rincón por su dueño,
Años ya han pasado, desgraciado,
Y sigue siendo inepto,
No avanza, ni sabe de progreso,
Tampoco alcanza a cansar por lo menos.
¡Perro! Mi perro es muy sonso,
Tonto, triste, limpio sus polvos,
¡Perro! Mece su cola modoso,
Pendejo, bobo, bruto alboroto…
¡Perro! Mío fue no de otro,
Mito sería si algo le aporto,
¡Perro! Me espero por darle coco,
Sé, desesperó por el orto.

Así le creo moroso del galgo faramallero,
Casi le calcino, o le tuesto, u le doro…
Lento ahí en ese caldero y le quemo,
Luego de varios minutos al ardor,
Que llevo por dentro, me apasiono,
Por verle de nuevo entre sollozos,
Un remilgo, varios esfuerzos,
Para no seguirse retorciendo,
De cabo a rabo, sin morderlo,
Sin obtenerlo, sin poseerlo,
Eso óseo que lo tiene vicioso.

¡Perro! Mi perro es muy sonso,
Tonto, triste, limpio sus polvos,
¡Perro! Mece su cola modoso,
Pendejo, bobo, bruto alboroto…
¡Perro! Mío fue no de otro,
Mito sería si algo le aporto,
¡Perro! Me espero por darle coco,
Sé, desesperó por el orto.

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